|
Dominico tristemente famoso por haber sido condenado y quemado por la Inquisición romana, al no querer retractarse de sus errores y excesos verbales en su fogosa predicación. Sería considerado en la Historia como emblema de la intransigencia de este tribunal eclesial.
Nacido de una familia distinguida en Ferrara, ingresó como religioso en 1474 y luego fue enviado a San Marcos, en Florencia. Iniciada su vida de predicador ambulante, se hizo famoso por la fogosidad de su palabra y su actitud crítica con las autoridades eclesiásticas y civiles.
En 1493 Alejandro VI le designó Vicario general de la Orden dominica y le dio consignas para su reforma. Al orientar sus sermones contra la poderosa familia de los Médicis, se ganó la enemistad de tan peligrosos señores.
La pretendida posesión de dones de profecía y la original interpretación de las Escrituras le valió el comienzo de un proceso inquisitorial en 1495, acusado de herejía. Enfrentado al tribunal al negarse a presentarse, en 1497 fue excomulgado. El declaró tal condena nula, siguiendo con su actividad, no exenta de rasgos generosos de caridad al llegar la peste. Con todo fue apresado y condenado a muerte, siendo ahorcado y quemados sus restos el 23 de Mayo de 1498.
|
|
|
|
|